Mis Primeras Horas como Mamá

29 agosto, 2017

Regresar a blog


Mi hijo nació el 14 de mayo del 2016. Ese día comenzó mi vida como Mamá Montessori. A partir de ahí tuve la gran bendición de sentir, de poder oler, de abrazar y de besar al bebé que un día me llamó mamá. Tenía nueve meses de ser madre, pero ese 14 de mayo a las 9:52am puede ver, escuchar y sentir por primera vez a la persona que había amado desde antes de conocerlo. Un amor que no sabía que existía ni que se podía sentir. A pesar de que he vivido rodeada de niños desde que tengo memoria, ese era mi momento, ese era el día que mi corazón se entregaba por completo a un ser humano que ilumina mi vida como un grano de escarcha. Había soñado con este día desde que era niña.

Desde que vi a mi bebé por primera vez, desde que me lo pusieron piel con piel y nuestras lágrimas se juntaron, supe que mi vida había cambiado por completo. Había comenzado a vivir los mejores capítulos de mi vida junto a los seres que más amo.


Esas primeras horas como mamá lloré sin parar. Tenía en mi corazón una combinación de sentimientos inexplicables. El bebé por el que había orado ya estaba conmigo, el bebé con el que soñaba respiraba junto a mi, el bebé que sentí dentro de mi cuerpo estaba por comenzar a enseñarme el significado de la maternidad. Así que en esas primeras lloré sin parar. No me acuerdo que comí, con quien hablé, quien nos visitó, solo sé que lloré y abracé al bebé de mis ojos por largas horas. Di gracias como nunca lo había dado, vi a una persona fijamente por horas sin cansarme como nunca lo había hecho.

Fue la primera vez en mi vida que pase más de 48 horas sin dormir. Desde que me entregaron a mi hijo no pude dormir hasta la siguiente noche, y nunca me sentí cansada. Estaba tan feliz, emocionada, que no podía parar de verlo, de ver si respiraba, si tenía hambre o si sentía frío. No quería dormir, no quería parar de ver al bebé que tenía en mis brazos. Así que decidí abrazarlo, disfrutarlo y seguir llorando. Cada lágrima que me salía era una expresión de amor, de agradecimiento, de felicidad, de paz.
Mis primeras horas como mamá tienen un recuerdo inmenso en mi corazón. Fue uno de los momentos que volvería a vivir si se pudiera regresar el tiempo.

Ese 14 de mayo me convertí en Mamá Montessori. Una aventura que estaba ansiosa por comenzar. Por poder contar con mi propia sangre lo maravilloso que es criar a un hijo bajo la filosofía Montessori. Estaré escribiendo mi experiencia como mamá Montessori y como guía AMI de 0 a 6 años. Poco a poco les estaré compartiendo mucha de la teoría Montessori puesta en práctica.