Niños Emprendedores y Felices

28 noviembre, 2017

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Futuros Niños Emprendedores y Felices
María Teresa Uribe (Educadora y Guía Montessori de la AMI).


Un emprendedor se define por sus cualidades. Estas son comúnmente reconocidas como innovador, flexible, dinámico, capaz de asumir riesgos, creativo y orientado al crecimiento, aprovecha el error como un aprendizaje para crecer, entre muchas otras de similar carácter. Al decir emprendedor es importante aclarar que no se limita unicamente al mundo de los negocios o a ser dueño de un negocio. Emprender es tener iniciativa, liderazgo y moverse hacia adelante por una motivación personal interna, genuina y profunda.
 
El mundo y la tecnología avanzan a gran velocidad y se espera que los futuros adultos sean personas capaces de adaptarse al cambio y lo más importante aun, innovar. El mercado laboral esta en busca de emprendedores que agreguen valor a una sociedad tan cambiante.
 
Por otro lado, el nivel de importancia de la educación se ha venido planteando de manera que entre mayor en edad el ser humano, más importante su educación. Esto significaría que la educación de la primera infancia, aunque buena, no es tan importante como lo sería la secundaria o la universidad.
 
Sin embargo, estudiando el desarrollo del ser humano, se ha descubierto que es durante la primera infancia (0 a 6 años) cuando el cerebro y la persona como ser integral se forman. Se conoce como la etapa más sensible de la vida, donde se producen todas las conexiones neuronales que nos forman para toda la vida. Es el cerebro en formación. Es cuando se desarrollan todas las cualidades que conforman a un emprendedor.
 
Por ende, las experiencias y nivel de educación que le proporcionamos a los niños viene siendo de suma importancia para el futuro de todos, es en dicho plano de desarrollo que se siembran los valores y cualidades que le brindaran éxito personal al futuro adulto y al mundo como un todo.
 
Por lo tanto, los adultos guías de un niño en su primera infancia debemos tomar en cuenta lo siguiente:
 
1- Solución efectiva de problemas: Servir de moderador cuando se presenta un conflicto de manera que el niño aprenda herramientas para la solución de conflictos. Por otro lado, evitar ser el que resuelve el problema.
 
2- Desarrollo de la voluntad: La voluntad se refiere a no necesitar más que la satisfacción personal a la hora de realizar una actividad, esto significa que la persona no busca siempre la recompensa y por ende actúa con determinación y pasión (características típicas de un emprendedor). La voluntad desde pequeños se traduce en actividades de la vida prácticas y simples como: ser responsable por el orden de su ambiente, bañarse, vestirse, lavarse los dientes solo, participar en las tareas de la casa como lavar platos, poner la mesa, darle de comer a las mascotas, etc.
 
3- Aprender del error: Como adultos debemos ser parte de darle una connotación positiva al error, esto empieza con cosas sencillas evitando frases planteadas en negativo:
-       ¡No corras!
-       ¡No se puede jugar con la bola adentro!
-       ¡A tu hermano asi no, no se le toca duro, no se le jala el pelo, etc!

En vez de caer en comentarios correctivos (que hacemos sin malas intenciones como padres), procurar usar el lenguaje positivo y comprensivo. Se comienza por cambiar el tono de como hablamos. Algo que he encontrado util es que en vez de pensar en lo que no puede hacer el niño, más bien pensar que sí puede hacer.

- Porfavor, adentro caminamos.

- Con la bola se puede jugar afuera.

- Toca a tu hermano de forma delicada porfavor. Así mirá. (demostrar)

Les recomiendo leer más sobre este tema aquí. (articulo unicamente en ingles lastimosamente).


4- Propiciar la toma de decisiones: Ligado tanto a la resolución de conflictos (dejando que los niños escojan las solución adentro de opciones posibles que podrían ser determinadas por el adulto, o bien por el niño dependiendo de la situación) como también a las decisiones de la vida diaria y sencillas como: ¿Cómo me quiero vestir?, ¿Con qué quiero jugar? ¿Adonde quiero ir primero? ¿Qué quiero comer? Entre otras de la misma índole.
 
5- Asumir riesgos: Propiciar un ambiente donde el niño pueda crecer con el sentimiento de que esta bien salirse de la zona de confort con seguridad y positivismo. Al evitar que los niños pasen situaciones donde se verán en una situación de problema (menor y no de riesgo de vida o muerte o lesión severa) lo que genera es que el día de mañana evite el riesgo cuando este podría ser aprovechado y por lo general todo emprendimiento de éxito va ligado a tomar un riesgo.
 
6- Impulsar la independencia: La independencia esta ligada al desarrollo del autoestima. Desde el nacimiento el niño sigue una guía interna (una especie de instinto) que lo lleva a buscar de manera natural diferentes grados de independencia los cuales le brindan seguridad para adaptarse a la sociedad y cultura a la que pertenece. Sin embargo, el niño también es sensible a que si lo privamos de dicha libertad y más bien generamos una dependencia (casi siempre emocional) esta creciendo con el mensaje: "No podés sin mi". Cuando es mayor en edad, este vinculo continua a nivel inconsciente de manera que hoy tenemos generaciones que no dejan el “nido” y se sienten incapaces de triunfar por su propia cuenta en el mundo. Por eso es importante dejar al niño libre, dentro de los limites que su edad amerite, pero siempre libre de tomar decisiones y asumir riesgos. Esto se logra tomando en cuenta los puntos planteados anteriormente.
 
Pero por encima de todo, como adultos siempre predicar con el ejemplo.  Que no se nos olvide nunca que el fin de la educación de la primera infancia es que los niños se auto-construyan como personas capaces, triunfadoras del futuro y sobre todo FELICES.