Mi experiencia con el Topponcino

19 octubre, 2017

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Mi experiencia con el Topponcino

El Topponcino es una almohada diseñada para cargar al bebé que brinda muchos beneficios, lo más importante: seguridad y comodidad.   Se convirtió en una joya para mi. Como mamá me dió tranquilidad cuando mi bebé estaba en brazos de otras personas.


Cuando nació mi hijo Gonzalo, sentí pánico de que se enfermara, todas las personas que venían de “afuera” (el mundo exterior que no es la casa de uno, el nidito de uno)  sentía que podían pegarle un resfrió y mil cosas más que por instinto protector (¿o mamá primeriza? No lo se) se me venían a la cabeza.

 Por otro lado tampoco quería ser muy estricta de que nadie alzara a mi bebé. Todas las personas con mucho amor y cariño venían a verlo, conocerlo y chinearlo y eso también me llenaba de alegría, a la fecha me encanta ver como sus familiares y amigos cercanos lo quieren.

En este sentido, el Topponcino fue mi balance: el bebé esta sobre el Topponcino y no toca piel con piel con la persona que lo alza, al mismo tiempo se siente cómodo de manera que se puede pasar de brazos a brazos, o de brazos a cuna sin cambiar de posición o sin despertarse.

Me acuerdo unos días antes de que naciera Gonzalo la Dra. Silvia Dubovoy, experta en educación y además entrenadora oficial de la AMI* para comunidad infantil estaba en Costa Rica para la graduación de las estudiantes del Centro Montessori de Costa Rica. Ella es de las personas que la vida me puso en el camino y hoy agradezco haber conocido. Me dijo: “Ahora que nazca tu bebé tienes que usar el Topponcino, es muy importante para darle seguridad cuando apenas viene llegando al mundo. También para evitar que sufra de mucho reflejo de moro. Úsalo por todo el tiempo que puedas”.

Sus palabras se quedaron en mi pero fue la experiencia la que me enseñó la razón que tenía.

Como mamá y como Guía Montessori recomiendo al 100% el uso del Topponcino durante los primeros 3 meses del bebé. Espero que mi experiencia les sirva de consejo como lo fue en mi caso las palabras de la Dra. Dubovoy.

“…The child must be carefully handled and moved, not … rapidly and roughly dressed – roughly in the sense that any handling of a new-born child is rough because he is so exquisitely delicate, psychically as well as physically.  It is best of all if the newborn child is not dressed, but rather kept in a room sufficiently heated and free from draughts, and carried on a soft mattress, so that he remains in a position similar to the prenatal one.”  ~María Montessori, Education for a New World