El Niño y la Naturaleza

27 septiembre, 2017

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EL NIÑO Y LA NATURALEZA

Por: Cristina Roca y Ma. Teresa Uribe
Guías Montessori AMI


“Dejen a los niños ser libres, déjenlos salir corriendo afuera cuando esta lloviendo o quitarse los zapatos cuando encuentran piletas de agua, y cuando el césped esta mojado déjenlos correr descalzos y resbalarse en él; déjenlos descansar silenciosamente bajo la sombra invitadora de un árbol, déjenlos gritar y reír de entusiasmo cuando el sol los despierta en la mañana, así como despierta a todas las demás criaturas con vida.”

- Dra. María Montessori



Tocar y sentir es una gran experiencia. Desde el nacimiento el niño comienza un viaje de experiencias donde todas las texturas, colores, sabores y sentimientos son un aprendizaje.


Recordemos que la inteligencia se forma a través de los sentidos.
Nuestra mente se compone de lo que sentimos, olemos, saboreamos, escuchamos y vemos.

La naturaleza nos provee de un ambiente con el cual nos podemos identificar. La interacción del niño con la naturaleza es una excelente enseñanza ya que les revela las maravillas de su existencia. Es cuando estamos descalzos que sentimos texturas, es cuando estamos afuera en un campo que olemos diferentes flores y vemos diferentes tonos de colores como el que brinda un atardecer o un cielo azul y es ahí también cuando escuchamos la melodía de los insectos y animales que nos rodean.

El hogar en donde crece el niño es importante que transmita un sentido de seguridad. Es aquí donde el niño duerme, come, comparte con su familia, guarda sus pertenencias, entre otras cosas. Pero no debemos limitarnos a este espacio, permitamos a nuestros niños investigar el mundo exterior.

¿Qué puede pasar cuándo un niño sale a la lluvia?
Viven una nueva experiencia maravillosa que los llena de entusiasmo y paz. Pueden sentir la lluvia, oler la tierra mojada, descubrir los insectos que salen, saltar en un charco, apreciar, disfrutar y aprender de su medio ambiente.

El concepto de dejar al niño explorar, dejarlo libre para que tenga relación con la naturaleza y que se llene de experiencias ricas en aprendizaje es algo que todos los padres desean para sus hijos pero en ocasiones la rutina lo impide y los niños son limitados a pocas o ninguna oportunidad de interactuar con la naturaleza. Este concepto se conoce como el niño burbuja, el cual su mente se va aislando de la naturaleza y consecuentemente limitando la formación de su mente.

No caigamos en esto. La naturaleza es un regalo que todo ser humano tiene para disfrutar; dejemos a nuestros niños florecer. Recordemos que la relación con la naturaleza es lo que nos permite absorber todas esas grandes lecciones que solo la tierra nos entrega.